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No sé qué estudiar y a qué dedicar mi vida.


No sé qué estudiar

y a qué dedicar mi vida.


  • 1.- Empieza a dedicar tiempo para pensar.
  • 2.-Define que te da felicidad.
  • 3.-Define tus habilidades.
  • 4.-Define las cosas que no te gusta hacer.
  • 5.-Borra de tu mente la influencia externa.
  • 6.- Usa la imaginación y la creatividad.
  • 7.- Cambia el propósito de vida ya programado.
  • 8.- Piensa y planifica como monetizar tu pasión.
  • 9.- Mantente motivado y trabaja tu estado anímico.

Llega un momento en la vida en que el camino ya no es tan claro como antes. Desde pequeños nos han marcado un camino muy claro y sin desviaciones, sin demasiadas opciones o ninguna. Vas cursando niveles y tus estudios se van completando sin tener que reflexionar mucho sobre el camino que estamos siguiendo y si es el camino adecuado para nosotros. Vamos avanzando y se acerca el momento en que te vas convirtiendo en adulto y tus opciones no sólo parecen multiplicarse, sino que ahora empiezan a convertirse en tus propias decisiones.

Se nos enseña a cumplir con nuestras obligaciones académicas, pero se pone poco énfasis en meditar y visualizar hacia dónde vamos y que queremos lograr con nuestros estudios. Creo que estudiar y prepararnos intelectualmente, es un proceso muy enriquecedor como persona, como parte de una sociedad y para la vida misma, pero en este largo camino, opino que se debería contemplar y tener una visión clara sobre hacía donde estamos caminando y cuál será el plan de vida si cumplimos toda esta preparación y estudios. La falta de un propósito, convierte esta transición a la adultez en una gran confusión.

Voy a darte algunos consejos para ayudarte a vislumbrar ese propósito y ayudarte a descubrir algunas opciones. Todo esto es un proceso de autoconocimiento y creo que el camino adecuado es aquel que creamos para y por nosotros mismos.

Empieza a dedicar tiempo para pensar.

Te puede parecer algo muy evidente y trillado, pero realmente dedicamos poco tiempo a conocernos y a escuchar nuestra voz interna. Para poder conversar con nosotros mismos, necesitamos silencio. Un silencio de preocupaciones, inquietudes y de gente. No es necesario irte a la montaña un mes entero y perder totalmente el contacto con el mundo para lograrlo. Comienza por dedicar un poco de tiempo en tu día, realmente dedicar tiempo a ello, eso no significa sentarte a pensar mientras contestas mensajes de tu teléfono o miras las redes sociales. Necesitas un rato de ‘aburrimiento’ para conectar contigo mismo, puedes leer el artículo «la importancia de aburrirnos». Hay muchas opciones, un paseo por el parque, una taza de café o té en una terraza tranquila sin distracciones, un buen baño relajante sin prisas. Busca ese momento de relajación y espacio para ti y comienza a conocerte en la soledad y el aburrimiento. No necesitas días enteros, dedica minutos al día, pero dedícalos de verdad, apaga o silencia tu teléfono, avisa a tu familia que estarás ausente unos minutos o ve a un lugar donde sabes que nadie te va a molestar, entonces es cuando comenzarás a conversar contigo mismo, si es posible escribe todo lo que piensas y vas meditando. No hagas ninguna otra cosa  y enfócate en ti. Comienza haciéndote simples preguntas como:

  • ¿Qué me gusta hacer?
  • ¿Qué parte de la semana disfruto más y porque?
  • ¿Cuáles metas me han entusiasmado mucho?
  • ¿Qué tipo de presiones tengo? Ya sea por familiares o por querer tener prestigio

Define que te da felicidad.

En esos ratos de conversación interna, empieza a reflexionar cuando es que  eres realmente feliz. Pregúntate que cosas te hacen feliz y que te motiva realmente. Recuerda apuntarlo todo, eso ayuda mucho. No te juzgues ni critiques si son tonterías o cosas estúpidas. Piensa, siente y escribe. Si eres feliz actuando, leyendo, paseando a tu perro, tocando música, haciendo puzzles, ayudando a gente o cocinando. Define tu persona y que es lo que te da alegría. No te estreses queriendo encontrar tu trabajo, ahora solo define que te hace feliz.

Define tus habilidades.

Todos tenemos cosas que nos salen muy bien, tal vez sean las matemáticas, tal vez eres un gran deportista, puede que seas muy bueno o buena escuchando y aconsejando a los demás u organizas buenos eventos o fiestas. Haz tu propia lista de habilidades, no importa si piensas que son inútiles, solo escribe todo lo que crees que se te da bien y no lo juzgues. Todo cuenta, si eres bueno en las redes sociales, si eres creativo, si se te dan bien los animales o si tienes gran habilidad en los videojuegos. ¡Escríbelo todo!

Define las cosas que no te gusta hacer.

Sé inteligente y evita poner cosas como “no me gusta estudiar, trabajar o despertar de cama”, puesto que eso no ayuda en nada a tu propósito, todo requiere trabajo y esfuerzo. Medita realmente que cosas disfrutas muy poco al hacer. Tal vez odias o se te da mal memorizar cosas, puede ser que eres muy desorganizado o desorganizada, puede que se te dé muy mal hablar en público o resolver problemas. Escribe todo y no te sientas mal, es solo orientativo. Muchas cosas podrás arreglarlas con trabajo y cambio de hábitos, pero va bien tener claro que cosas no disfrutas nada.

Borra de tu mente la influencia externa.

Empiezo diciendo que no estoy insinuando que debes de ignorar buenos consejos y dejar de escuchar a la gente que te puede dar ayuda o información dada su experiencia y vivencias, pero en este proceso, tal vez deberías hacerlo por ahora en silencio y solo para ti. Estás intentando conocerte y si tienes una gran influencia de cualquier familiar o amigo, puede que no te deje escuchar cuales son realmente tus sueños y propósito de vida. En el proceso de trabajar con tu YO interno, apunta todo lo que te suena a la voz de otra persona, por ejemplo, tal vez pensabas ser contador, pero realmente lo estabas contemplando porque tu padre o tía te han dicho muchas veces que es un buen trabajo, que se gana bien o que incluso te pueden recomendar con algún amigo para un trabajo. Recuerda, no buscamos el trabajo que será más fácil y “conveniente” con este ejercicio de reflexión. Buscamos lo que te haría realmente feliz hacer cada día de tu vida, durante cada día de la semana. Tal vez debemos dejar a un lado la fuerte influencia de los demás y olvidar decidir algo tan importante como nuestra vocación, por cosas como “seguro, fijo o conveniente”. La felicidad no está en la seguridad, sino en el propósito, el motivo y la pasión que te provoca hacer lo que haces.

Usa la imaginación y la creatividad.

Podría pasar que con todo esto, encuentres una respuesta muy clara y la solución se encuentre en una carrera “convencional” por decirlo de alguna manera, pero si no conoces nada que enliste todo lo que estás buscando, lo que te gusta y evita lo que no, puede ser la hora de imaginar cómo crear tu trabajo perfecto. Haz una lista de 100 ideas para vivir haciendo lo que te gusta. Sé atrevido o atrevida y sé creativo. No pienses si es una tontería, si es difícil o si no sabes cómo hacerlo, primero sueña y piensa que sería emocionante hacer. Seguro que antes la gente pensaba que era imposible vivir viajando y publicando tus viajes en las redes o vivir de un canal donde explicas tu vida. No quiero decir que busques propósitos que te parezcan solo divertidos y que aporten poco valor a los demás, preocúpate por que tu vida y tus servicios, hagan la vida mejor a otros y les ofrezcas algo que mejore sus vidas de verdad, pero no te límites a la hora de soñar y buscar tu trabajo ideal. Ya habrá tiempo de hacer un plan y una estrategia.

Cambia el propósito de vida ya programado.

Nos han enseñado a estudiar y prepararnos para tener un trabajo “seguro” y ganarnos la vida dignamente. Buscamos prepararnos para sobrevivir y poder pagar nuestros gastos, pero te propongo algo más “arriesgado” y emocionante. No vivas para pagar tus gastos y esperar amargado o amargada el sueldo a fin de mes. Escoge hacer algo que te apasione y con lo que te sientas que aportas algo a este mundo. Trabaja y estudia para sentirte alegre, motivado y útil. El salario debe de ser una recompensa por hacer tu trabajo bien, no debe de ser el propósito. Vive para ofrecer algo de valor y las recompensas vendrán en consecuencia de tu útil y valioso trabajo. Busca que cada lunes sea emocionante y tengas ganas de  trabajar para obtener resultados y no solo por recibir un cheque. Si te han dicho que debes de estudiar para tener un trabajo fijo, olvídate de eso y busca dedicar tu tiempo a algo que te llene de verdad. Reflexiona sobre lo que te hace sentir satisfacción y plenitud. No hay un solo camino, pero vivimos como si así lo fuera. Parece una carrera en contra del tiempo, solo para cumplir con los pasos establecidos por nuestra sociedad y gente que nos rodea toda la vida. Busca un verdadero propósito al cual dedicar tu vida.

Mantente motivado y trabaja tu estado anímico.

Por último, para desafiar la creencia común y poder ignorar los comentarios negativos de muchos, vas a necesitar estar muy fuerte mentalmente y tener un estado de ánimo alegre y con gran motivación. Todo esto se puede ver afectado por los comentarios o “consejos” de tus seres queridos, que te pueden decir que estás loco o loca o por el miedo a seguir un camino nuevo lleno de incertidumbre. Ayúdate bombardeando tu mente de buenos mensajes, mensajes positivos y motivadores. Lee, habla y busca vídeos de gente exitosa y atrevida. Escucha o lee la manera en que piensan y adopta esa manera de pensar. Al principio debes repetirlo constantemente  y escucharlo mucho, aunque parezca que no va contigo, se llegará a volver parte de tu naturaleza. Escoge a tus héroes, esa gente que ha desafiado al mundo y ha logrado cosas increíbles. Ten la costumbre de estar en contacto con ideas y gente de éxito todo el tiempo. La motivación puede verse afectada en días difíciles, incluso si este estado de desánimo se prolonga mucho, podrías olvidar tu propósito o verlo como una tontería fantasiosa. No permitas que se te vaya esta fuerza. Trabaja tu estado de ánimo y tu motivación. Te recomiendo leer mi artículo “crea un equipo de motivación”. Creo que es un consejo muy útil para mantener en forma tu motivación.

Espero que encuentres tu propósito y veas que la vida no es seguir un programa único y sin alicientes. Busca eso que te dé alegría y que realmente hagas con pasión. Si trabajas con entusiasmo y tienes la motivación para estudiar y prepararte constantemente en aquello que te apasiona, estoy seguro que te irá bien. Déjame tus comentarios y tu opinión sobre el tema, seguro que tus palabras son de gran ayuda para completar esta experiencia. ¡Gracias!

Publicado enCoachingEstudiosmúsicosNO-músicosseguir tus sueños

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