¿Se necesita un profesor
para aprender un instrumento?
Hace unos días, tenía que restaurar una habitación y fue realmente sencillo encontrar vídeos sobre cómo arreglar los desperfectos de una pared. Debo admitir que no soy del tipo de personas que, con pocas herramientas, podrían convertir tu casa en tu sitio de ensueños, pero aun así, con mucho esfuerzo, paciencia y vídeo tutoriales, lo he conseguido.
Estamos viviendo una etapa llena de infinitas posibilidades… Tenemos acceso prácticamente a cualquier tipo de información de manera gratuita e instantánea. Es sorprendente lo fácil que resulta conseguir un tutorial prácticamente de todo. Puedes encontrar desde como improvisar con la escala alterada hasta como cocinar una tortilla de huevo.
Por lo tanto, si en mis inicios como autodidacta en la batería, guitarra y teoría musical ya me preguntaba (con mi carencia de experiencia) lo siguiente:
¿Por qué debo pagar a un profesor de música si puedo conseguir aprenderlo yo solo?
Hay varios factores a tomar en cuenta si decides aprender algo por tu cuenta o con la valiosa ayuda de un experto. Creo que quien realmente desea hacer algo, lo hará sin duda alguna y sin importar las posibilidades, pero… ¿Por qué no aprovechar los tropiezos de otro para ahorrarte el dolor de levantarte continuamente?
Desde el punto de vista de alguien que fue obsesivo con la perfección en su práctica, muchas veces el argumento era; “Es posible que me enseñen algo mal”, “Puedo ir más rápido si nadie me limita” y es verdad, nunca debes de limitarte a la opinión de nadie, pero creo que, al menos de mi parte, estaba siendo bastante arrogante.
Vamos a valorar lo que puede suceder.
Motivación
El primer punto por el cual tener un guía no es la idea más descabellada, es simplemente porque muchos pueden tener problemas con la frustración. Recuerdo un buen amigo que me dijo:
“¡Oye, quiero aprender tocar el piano!” lo cual le contesté con entusiasmo que me parecía una excelente idea. Su siguiente frase fue maravillosa… “¡Estupendo, en unos 6 meses o así, que ya sepa tocar bien, montamos una banda”…
Por supuesto por mi cabeza solo recorría la frase, “¿En 6 meses tocar bien?”.
Comienzas con mucha alegría, compras tu libreta para aprender, tu teclado o guitarra de segunda mano, claro con los accesorios que te venden como “ideal para comenzar” y emprendes el camino de un nuevo aprendizaje.
Uno de los problemas al comenzar una disciplina es que, la gran mayoría requieren de mucho tiempo, a veces demasiado. No quiero arriesgarme a dar una media de tiempo para aprender algo, todo depende siempre de los objetivos y la complejidad de tus metas para sentirte satisfecho, pero después del primer impulso de comenzar algo, al cabo de un tiempo puede llegar la terrible frustración. Creo que eso sucede en los gimnasios, cuando llevas unos meses “matándote” y no desaparece esa terrible barriga cervecera. Por eso es que existen profesionales en preparación física y en nutrición. Muchas veces, aparte de la valiosa información que te puede dar un experto, está la tranquilidad de escucharle decir “tranquilo o tranquila, vas por buen camino. Los resultados están llegando, ten paciencia”.
Tener a alguien que te dé tranquilidad, te haga sentir que vas bien y tenga la experiencia de identificar si por algún mal hábito te estas estancando, puede ser la diferencia entre seguir avanzando o tirar la toalla y hacer otra cosa menos “frustrante”.
Pequeños pasos ordenados
Digamos que tienes la facilidad de ser tu propio coach y motivarte continuamente sin necesidad de alguien que te ayude. En mi caso, me sentía muy motivado y no tenía un profesor. No había tanta información como ahora, pero preguntando con amigos, comprando tutoriales en DVD y pausando continuamente vídeos de los virtuosos que admiraba, podía lograr avanzar. Recuerdo incluso dibujar de colores escalas en cartulina y analizar partituras (sin la menor idea de lo que hacía) para descubrir que, mis guitarristas favoritos “no tocaban a lo loco”. El problema de ahora, de este mar de información es que, puedes encontrar todo lo que deseas, pero sin orden alguno. Como escuche en algún video de un gran bajista en uno de estos tutoriales de internet:
“Las redes ahora se basan en vistas y lo que la gente muchas veces quiere ver son pirotecnias. Te enseñan a hacer cosas increíbles, pero todos estos virtuosos han pasado por un largo proceso para hacer estas pirotecnias que te enseñan en un vídeo de 10 minutos. Los buenos tutoriales no tienen tantas vistas y no se encuentran en la primera página de búsqueda”
Aquí radica el problema de tanta información. Encontramos tantos vídeos y consejos que, aprendemos viendo fracciones de muchas cosas, sin un orden alguno y sin un proceso cuidadoso. Si deseas aprender por ti solo, debes de analizar mucho lo que haces y estudiar los pasos a seguir y a dónde te llevarán esos pasos. Si decides seguir la técnica de algún mago de su instrumento, debes de analizar muchas opciones y saber por qué es lo adecuado para ti. Lo bueno de un profesor experimentado es que te podrá decir hacía dónde vas, cómo llegar paso a paso y cómo no desviarte. En mi caso, aprendí escalas chinas sin saber lo que era un intervalo y dedique 7 años a una técnica que después decidí cambiar para usar otra. No es pérdida de tiempo, te da experiencia y te sirve, pero tal vez alguien que haya pasado por más cosas te puede ahorrar tiempo.
Zonas poco apasionantes
Puede que te sientas sumamente motivado y realmente dedicas mucho tiempo a hacer eso que te gusta y que quieres aprender, pero en toda disciplina hay algún aspecto que no es tan divertido. En mi caso, era un apasionado de la técnica y la destreza con el instrumento, pero había zonas que no me gustaba nada estudiar. A la hora de entrar a un conservatorio, te topas con la realidad de que has dejado un poco de lado ciertos aspectos importantes, en este caso para ser un músico completo. A todos nos gusta ir al parque a jugar, pero no es tan divertido practicar equilibrio y pases en el fútbol. Es muy divertido aprender canciones en tu instrumento, pero a veces no es tan divertido tener que hacer ejercicios con metrónomo, lectura de partituras o estudiar armonía y arreglos si te gusta la composición. Creo que es importante seguir siempre en crecimiento y a veces como autodidacta te dejas a un lado las zonas no tan divertidas del aprendizaje. Son estás zonas las que muchas veces hacen la diferencia entre ser bueno o ser espectacular. Un buen guía o profesor puede identificar estas partes débiles en tu estudio y ayudarte a fortalecer tu rutina de estudio.
Sana comparación
Para mantener una motivación alta y un gran ritmo de estudio, es importante tener grandes metas y poderlas dividir en pequeños pasos. Tener un experto que te enseñe que tan lejos puedes llegar haciendo ese ejercicio o mejorando alguna técnica, te puede motivar a seguir practicando. Si quieres seguir tu camino por tu propia cuenta, siempre va bien saber que tan lejos se puede llegar. No quiero decir que pongas tus límites en otros, simplemente saber ver si tus aspiraciones son muy bajas. Hay gente que prefiere jugar un deporte con gente mala para sentirte realmente bueno, pero es cuando se rodea de gente extraordinaria que puede darse cuenta de lo mucho que se puede mejorar y aprender. Siempre hay que tener metas propias, pero hay que tener cuidado de caer en el conformismo. Este es un peligro a la hora de no tener un experto guiándote. Tener un guía que te haga sentir admiración, te puede impulsar a querer sobrepasar ese nivel.
Conclusiones
Es verdad que hoy en día podemos lograr hacer lo que deseemos sin tener a un experto a nuestro lado. Tenemos mucha información y muchos de estos expertos comparten información por internet. Asegúrate de planificar tu estudio, concretar tus metas y edificar bien las bases de tu aprendizaje. Deja a un lado las pirotecnias, esas llegarán si llevas a cabo bien tu trabajo con lo esencial. No quiero decir que es incorrecto aprender un buen solo o algo extravagante en tu instrumento, pero no abandones todas esas zonas aburridas que parecen muy básicas, puesto que esas zonas te llevarán a ser mucho mejor. Si te cuesta ser ordenado, tener paciencia para hacer lo básico y aburrido, mantenerte motivado y ser lo suficientemente meticuloso como para crear un método de estudio propio basado en el rompecabezas de información que hay en internet, entonces contrata un profesor que te estructure la información y te clarifique los pasos. Puede que con paciencia, encuentres el mentor que necesitas y te lleve a otro nivel.
¡Gracias por leer!
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