Vivir o revivir
¿Estamos creando el presente
o reaccionando al pasado?
Cada acción que tomamos, a cada momento, está creando nuestro presente y nuestro futuro cercano o no tan cercano, pero ¿Qué tanto controlamos la manera en que actuamos?
Hay tantas cosas que condicionan nuestras acciones, maneras de reaccionar y la forma en que nos sentimos respecto a un hecho o situación. Muchas veces, tan solo revivimos un recuerdo de una situación similar y reaccionamos de la misma manera o de forma similar que lo hicimos en el pasado. Es un mecanismo que nos ayuda a ahorrar energía y a no tener que analizar absolutamente todo lo que hacemos y cómo lo hacemos. El problema es, que somos muchas veces demasiado “cómodos” por decirlo de una forma, y aceptamos de forma impulsiva e inconsciente las emociones y decisiones que tomamos.
Por lo tanto, ¿Todas nuestras decisiones son consecuencia de nuestro pasado?
Yo creo que si queremos cambiar nuestra vida o alguna parte de ella que no nos complace plenamente, deberíamos comenzar con exigirnos más mentalmente. No podemos dejarnos llevar por el mar de emociones sin meditar si es la forma en que queremos reaccionar en situaciones de ese tipo. Tal vez nos molesta mucho que nos griten, producto (me lo estoy inventando) de que te han gritado mucho de pequeño. Entonces, ¿deberíamos dejarnos consumir por esa emoción negativa o hacernos responsables de nuestra reacción? Podríamos comenzar con decirnos que no nos gusta la forma en que reaccionamos y que queremos cambiarla. La próxima vez que nos suceda, intentemos ser diferentes y proponernos alternativas como: “esta vez voy a intentar pedirle a la persona que hablemos de otra manera, en lugar de enfadarme y gritar igual”.
Es muy bien conocido que el pasado y nuestras experiencias vividas, afectan a nuestro YO actual. Por eso, hay psicólogos que viven y estudian para ayudarte a superar todo eso, pero también podemos ayudarnos a no dejarnos llevar con tanta facilidad y decidir reflexionar más. Alguna vez leí, francamente no recuerdo dónde fue, que resulta muy reparador, hacer una lista de todas las acciones que recordamos del día. ¿Cómo hablamos con la gente?, ¿Qué reacciones tuvimos ante tales situaciones?, ¿Cuándo y porque nos hemos enfadado y que hemos hecho al respecto? Y decidir cuáles nos han gustado y cuáles desearíamos cambiar. Es de gran ayuda escribirlo y poner alguna marca positiva o negativa, según nos sintamos al respecto. No se trata de si es correcto o no, sino de cómo nos sentimos nosotros y si queremos ser así, independientemente de si es «normal» reaccionar así o no.
El concepto de lo bueno y lo malo, lo que nos gusta y no, es muy variable. Algo bueno para unos, puede ser malo para otros, por eso debemos de interiorizar mucho en nosotros e intentar no dejarnos llevar por lo que hemos vivido sin cuestionarlo. Es como la religión, los partidos políticos, los deportes o incluso las emociones que tenemos sobre algo. Suele pasar que seguimos lo que hemos aprendido, visto o escuchado. Lo que nos han impuesto y muchas veces y no sabemos porque.
Para ser un nuevo YO, debes de pensar el porqué de las cosas. ¿Por qué creo esto?, ¿Por qué me comporto de esa manera?, ¿me gusta lo que hago o las decisiones que tomo o las hago sin pensarlo?
Es momento de detenernos y comenzar a dibujar nuestra personalidad, nuestros gustos y nuestras ideas. Es muy complicado y muchas veces cuesta encontrar la fuente de nuestra reacción hacia algo. Hay expertos que te pueden ayudar en ello, pero mi humilde contribución consiste en, más allá de las raíces de ese pensamiento, podemos comenzar a elegir otra cosa y trabajar para ser mejores cada día. ¿Estudias eso porque te apetece o porque te lo han dicho?, ¿trabajas en eso porque te gusta?, ¿sigues tu rutina porque te representa?, ¿hablas o reaccionas ante problemas o situaciones difíciles de la manera que te gustaría o solo lo has aprendido así de alguien?
Comienza a cuestionarte todo lo que crees que afecta de forma no deseada en tu vida. No puedes esperar cambios en tu vida si solo la estas reviviendo. Vive tu vida y no la que tenías hace años.
Gracias por leer. Agradezco cualquier comentario y lo leeré encantado.
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